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"El hambre es el caldo de cultivo de los conflictos"

Entrevista a José Esquinas Alcázar, Director de la Cátedra de Estudios de Hambre y Pobreza (CEHAP) en la Universidad de Córdoba

 

27/06/2012

Lleva más de 30 años combatiendo contra el hambre en la Organización de la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas, la FAO. Su lucha le ha llevado por más de 100 países en los que ha promovido acuerdos internacionales, incluido el Tratado Internacional de Recursos Genéticos. Ahora, José Esquinas continúa su lucha impartiendo conocimientos en la universidad Politécnica de Madrid y dirigiendo la Cátedra de Estudios de Hambre y Pobreza (CEHAP) en la universidad de Córdoba. Este ingeniero agrónomo nos explica las causas y consecuencias del hambre en el mundo.

 

P.- El informe más reciente de la FAO sobre la situación en el Sahel indica que 5,4 millones de personas (el 35% de la población) en Niger, cerca de 1,7 millones de personas en Malí, 1,67 millones en Burkina Faso y 700.000 personas (más de una cuarta parte de la población) en Mauritania tienen riesgo de sufrir inseguridad alimentaria. En Chad, 13 de las 22 regiones podrían verse afectadas por esta crisis alimentaria: alrededor de 2,4 millones de personas no siempre tienen suficiente para comer. ¿Este problema que califican de inseguridad alimentaria se debe a una falta de alimentos, o más bien corresponde a una falta de acceso a los alimentos? ¿Cuáles son los principales motivos del hambre en el Sahel?

R.- El problema alimentario en la zona del Sahel se debe a una falta de alimentos y también a una falta de acceso a los alimentos. En el mundo se producen alimentos suficientes para toda la población. El problema es que estos alimentos están en el mercado internacional, y la gente de los países del sur no tiene capacidad para comprarlos. Además de hambrientos, son pobres. Es necesario tender a una soberanía alimentaria, es decir, que las poblaciones tengan la capacidad y el derecho de producir sus propios alimentos. Mientras en Asia se riegan el 40% de las tierras cultivables, el agua en África sólo alcanza al 1% de sus tierras. El 40% del agua de riego no llega a la tierra, ya que no hay sistemas de regadío adecuados. Por eso, mucha agua se evapora. Sin embargo, existen soluciones para suplir estas carencias, como los sistemas de riego por goteo, que atiende a las necesidades de regadío de cada planta. Para acabar con el hambre una de las cosas que hay que hacer es mejorar la eficiencia y la tecnología del agua. En la zona del Sahel faltan depósitos de agua, depósitos de semillas, y la infraestructura necesaria. Además, no se están utilizando los cultivos tradicionales que mejor se adaptan a la sequía.

 

P.- La zona del Sahel, se caracteriza por tener unos gobiernos débiles e inestables,  heredados de la colonización europea. Estos gobiernos, otorgaron mayor importancia al desarrollo de las ciudades, siguiendo la llamada “modernización neoliberal”, que tuvo como consecuencia un éxodo rural de la población, provocando una superpoblación en las ciudades, que ha dado lugar a una división de clase y  un exceso de funcionarios empleados a cargo de maquinaria ineficiente. Los gobiernos siguen una política centralizada a cargo de una élite burocrática, que en consonancia con las multinacionales y los organismos internacionales, permiten la explotación de sus recursos minerales a cambio de la permanencia en el poder. Ante este panorama, ¿Qué papel han jugado estos gobiernos en la lucha contra el hambre de su propia población? ¿Les beneficia más aferrarse al poder a cambio de ceder sus recursos? ¿Cuáles pueden ser las consecuencias, si es que hay una consecuencia más grave que la falta de alimento?

R.-De manera obvia, el desarrollo de las ciudades y la falta de inversión en agricultura crea una dependencia de los alimentos, por lo que tampoco hay soberanía alimentaria. Sin soberanía alimentaria, no habrá soberanía política. Los gobiernos regionales, no están luchando contra el hambre, buscando satisfacer su propio beneficio. Pero a largo plazo, esta situación se volverá contra ellos, aunque a corto plazo les beneficiará. La pérdida de soberanía alimentaria tiene dos consecuencias a largo plazo. Por un lado, la pérdida de soberanía política. Por otro lado, trae consigo una inestabilidad política que muchas veces desemboca en conflictos, el hambre es el caldo de cultivo de los conflictos.

 

P.- ¿De qué manera es posible volver a desarrollar los recursos naturales de esta tierra, teniendo en cuenta que existen una serie de factores climáticos y demográficos en contra, como la escasez de precipitaciones, que conlleva con ello la sequía que ha provocado  la falta de pastos y las malas cosechas?

R.- Es necesario prevenir e invertir en agricultura e infraestructuras. Por ejemplo, en el caso de Somalia, tras la hambruna que sufrió en el 2008, el secretario de Naciones Unidas mandó a la FAO elaborar un plan de acción para que la hambruna no se volviera a repetir. Sin embargo, este plan de acción nunca se ha llevado a cabo. Según afirma el Banco Mundial, sale más caro intervenir tras un conflicto alimentario, que prevenir nuevas hambrunas.

 

P.- La comunidad internacional se ha volcado este último año con la hambruna del Sahel. Francia, colonizador de la mayor parte de estos países, continúa teniendo una influencia económica importante. Basa la mayoría de la cooperación con el Sahel a partir de ayuda económica y militar, a cambio de los recursos minerales de esta tierra. Como ejemplo, he constatado que extrae de Níger dos tercios del uranio que se emplea en las centrales nucleares francesas. ¿Qué política activa ha llevado a cabo Francia en la lucha contra el hambre?

R.-Francia ha sido muy activa en la influencia de las decisiones políticas que conciernen a los países del sur. Fue el primer país que llevó el debate de la seguridad alimentaria al G-20, ha sido el primero en promover el tema del hambre en la cumbre de Río+20. Tiene una gran influencia económica, que sin embargo canaliza a través del Banco Mundial, o Nueva York, pero no a través de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD).

 

P.- Así mismo, la influencia de Estados Unidos en la región del Sahel es permanente, desde la iniciada lucha antiterrorista contra Al Qaeda. Destina 1000 millones anuales de presupuesto en ayuda militar a los gobiernos del Sahel. ¿Cuál ha sido el papel de Estados Unidos en su lucha para erradicar el hambre en la región?

R.-Estados Unidos es menos activo en las decisiones políticas, pero sí es eficaz en el envío de ayuda humanitaria a nivel puntual. Es efectivo poniendo parches, pero es importante recordar que los parches humanitarios no solucionan el problema de la hambruna.

 

P.- Por otro lado, ¿Qué influencia puede tener los partidos islámicos emergentes en la hambruna desatada hace ahora un año en la zona?

R.-Los hermanos musulmanes están teniendo una actitud constructiva en torno al problema del hambre. Organizan comedores colectivos y distintas actividades sociales que ayudan a afrontar el problema en el país. Es una de las razones por las que quizá estén ganando votos en algunos países del norte de África.

 

P.- ¿Por qué se le da mayor importancia a la lucha antiterrorista por encima de la lucha contra el hambre, en un punto en que las víctimas de las dos crisis desatadas acaban muriendo?

R.-El terrorismo amenaza al mundo desarrollado. El hambre amenaza en un primer momento a los países del sur. Sin embargo, los gobiernos no son conscientes de que dando mayor financiación a la lucha antiterrorista, no atacan el caldo de cultivo del problema de fondo: la hambruna y la pobreza. El mismo día que mueren de hambre 40.000 personas, los gobiernos gastan en armamento 4.000 millones de dólares. Es decir, si invirtiéramos más dinero en solucionar el problema del hambre que en armamento, podríamos estar alimentando a un muerto durante 270 años, ya que cada persona que ha muerto de hambre podría haber recibido 100.000 dólares para comer.

 

P.-¿Es posible que existan intereses económicos detrás de estas crisis? ¿Es posible que convenga a los gobiernos europeos el negocio del hambre? En definitiva, ¿el problema del hambre radica en una falta de voluntad política? ¿Cambiaría si la hambruna se desatara en España?

R.-El problema del hambre radica en una falta de voluntad política. Las crisis mundiales muchas veces han sido provocadas por la inversión en armamento. El hambre contribuye a la especulación de los alimentos, a mayor demanda de alimentos, mayores precios. Recordemos que el Parlamento Europeo declaró que más del 50% de la crisis del 2008 se debió a la especulación en el mercado de los alimentos. Por otro lado, es improbable que se produzca una crisis alimentaria en España, ya que tiene unos sistemas de regadío que impiden que podamos llegar a una situación de falta de alimentos y hambruna.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los países que ahora forman parte de la Unión Europea justificaron las subvenciones a los pequeños agricultores para hacer frente a la situación de hambruna. Este desarrollo de la agricultura a pequeña escala es clave para promover la soberanía alimentaria.

 

P.-La FAO, fundada por los países de Naciones Unidas, cuyo objetivo es la erradicación del hambre en el mundo. Sin embargo, teniendo en cuenta los intereses económicos de cada gobierno que forma parte del la ONU en estos países ¿qué medidas políticas y económicas ha tomado la FAO en la lucha contra el hambre en el Sahel, y qué ha conseguido?

R.-La FAO no puede hacer recetas universales. Cada país tiene sus propias características y necesita diferentes medidas. La soberanía alimentaria depende de la capacidad de producir los propios alimentos. Es decir, ayudar a los pequeños agricultores tradicionales a producir sus propios alimentos. Hasta hace poco el concepto de soberanía alimentaria estaba prohibido en la FAO, porque iba en contra de las leyes de libre mercado.

 

P.-¿Es posible dicha erradicación, teniendo en cuenta las presiones y condiciones a las que está sometida la FAO?

R.- Del las 150 especias que se cultivan hoy, sólo cuatro, -patata, arroz, maíz y trigo- suponen el 60% de la alimentación calórica humana. Existe por lo tanto una falta de inversión en los alimentos. El problema radica en que nadie quiere invertir en los cultivos para los que no tienen con qué pagar. La inversión en agricultura reduce el hambre tres veces más, que cualquier otro proyecto de desarrollo. Sin embargo, la Ayuda Oficial al Desarrollo no se destina a la agricultura.

La FAO constituye un formatorio de convenios. A raíz de la hambruna del 2008 se comienza la compra de tierras a los países del sur. En el 2011, alrededor de 260 hectáreas pertenecen al norte, lo que supone una inversión de 280 millones. Esta inversión supera las tierras que componen el territorio del propio Estado español.

 

P.-¿Qué influencia tiene la FAO en la actuación de cada país que forma parte de su organización? ¿Cuál es el presupuesto de la FAO destinado a acabar con el hambre? ¿Parte de este presupuesto proviene de la ayuda al desarrollo de los países donantes?

R.-El presupuesto regular de la FAO oscila entre los 500 y 600 millones de euros cada dos años, unos 350 millones al año. Esta cifra iguala la inversión que dos países del norte gastan en comida para perros en una semana. También equivale a la cifra que gasta Estados Unidos en armamento en un día. El presupuesto de la FAO proviene de la ayuda al desarrollo que destina cada país. Asimismo, cada gobierno decide cuánto dinero destina a la organización.

 

P.- ¿Y su influencia sobre las políticas de los gobiernos de los países afectados por la hambruna? ¿Es efectivo el papel y la existencia de la FAO?

R.-La FAO es el foro intergubernamental donde se deciden las políticas de la Ayuda Oficial al Desarrollo. Gracias a la FAO la ayuda bilateral es más eficiente. Supone un punto de encuentro para el debate público y la negociación de acuerdo. La FAO no tiene rivales. Sirve también de mediador para los periodistas y las Organizaciones no gubernamentales.

 

P.-Las ONG’s también han jugado un papel activo en la lucha contra el hambre en el Sahel, enviando cantidades de ayuda humanitaria y poniendo en marcha proyectos urgentes de cooperación. ¿Qué se ha conseguido por parte de la ONG’s? ¿Quiénes gozan de mayor influencia en el Sahel, las ONg’s o la FAO?

R.-A nivel gubernamental, la FAO tiene mayor influencia en temas de negociación. A nivel de trabajo y cooperación con la población local, las ONG’s gozan de mayor prestigio.

 

P.- Hace unos meses el Banco Mundial anunció que la crisis sobre inseguridad alimentaria ya se había resuelto en el Cuerno de África. Sin embargo, se ha desatado una nueva crisis en la zona del Sahel, y los países del cuerno de África continúan sufriendo crisis alimentaria. ¿Qué le merecen los bailes de cifras de las grandes organizaciones? ¿Cuál es el mejor organismo que evalúe los indicadores de pobreza y  hambre? ¿Cuáles deberían de ser los indicadores de fiabilidad para medir la pobreza y el hambre?

R.-El baile de cifras de los organismos internacionales depende de los intereses de cada uno, y muchas veces resulta difícil calcularlo. La FAO avisa de las crisis alimentarias en los países con la única intención de recaudar más fondos.

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